Manillas ventanas

¿Qué debes tener presente al elegir una manilla de ventana?

Elegir una manilla de ventana no es muy complejo, pero requiere tiempo, ya que hay varios elementos a considerar. Aunque es un accesorio principalmente funcional, a veces no se le da la importancia decorativa que se merece, pero una vez montada, estéticamente debe ser agradable. Para combinar diseño y funcionalidad, la manilla debe ofrecer varias características y adaptarse bien tanto al mecanismo de apertura de la ventana como al estilo de la vivienda y a sus muebles.

¿Cómo elegir la manilla de ventana adecuada?

Existen innumerables modelos, formas y acabados disponibles en el mercado. Valorar cuidadosamente todos los elementos marcará la diferencia y otorgará a la ventana una personalidad única.

Factores en la elección de las manillas para ventanas:

• El tipo de manilla: está directamente relacionado con el tipo de cierre de la ventana.
• Las diferentes características que presenta la manilla, también en función de la apertura de cada ventana y de las diferentes estancias de la casa, cada una de las cuales requiere funcionalidades diferentes en cuanto a practicidad, seguridad y diseño.
• La frecuencia con la que se utiliza la manilla, así como las condiciones físicas de la persona que la usará.
• El tipo de material con que están fabricadas les proporcionará características particulares referentes a la limpieza, funcionalidad y diseño.
• El estilo, colores, acabados y formas geométricas a juego con el diseño general del hogar, así como las manillas y tiradores de las demás ventanas y puertas.

Evidentemente, las características de una manilla de ventana dependen en gran medida de las necesidades de cada uno, pero, de forma general, recomendamos tener presente:

Calidad del material: Las manillas de ventana pueden fabricarse con una amplia gama de materiales. La elección puede recaer en cualquiera de ellos según tus preferencias, pero lo importante es que el material escogido sea de alta calidad. Es importante elegir manillas que dispongan de buena resistencia mecánica, permitan abrir y cerrar las ventanas con facilidad, sean fáciles de limpiar y dispongan de una larga vida útil.

Facilidad de uso: Al elegir manillas de ventana, es primordial tocar las manillas y probar su funcionamiento. Esto ayuda a determinar si, en el día a día, la manilla te permitirá un uso fácil y práctico de la ventana.

Seguridad contra intrusos: Un aspecto importante a considerar al elegir las manillas es su capacidad para resistir robos. Este requisito puede variar según las circunstancias: si la vivienda está en la ciudad o en el campo, o la altura del piso; pero, en general, la seguridad es un aspecto que todo el mundo debería considerar.

Fácil de combinar: Las manillas de las ventanas elegidas han de combinar de forma armónica con todos los elementos del hogar, como los tiradores de las puertas de entrada, manillas de puerta o incluso con los muebles del hogar.

Manillas de aluminio: material ligero, dúctil y flexible, extremadamente fácil de limpiar, resistente a impactos, a la abrasión y a la corrosión. El aluminio también es un material que permite alta personalización en una amplia variedad de diseños y colores, ya que es fácil de mecanizar y aplicar acabados mediante pintura u oxidación. También es un material 100 % reciclable que no pierde sus cualidades con el tiempo.

Referente al diseño, las manillas de ventana de aluminio se adaptan perfectamente a cualquier estilo de decoración, aunque ofrecen su mejor versión en hogares de estilo moderno, contemporáneo, minimalista o industrial.

Manillas de acero inoxidable: material de gran resistencia, fácil de limpiar y resistente a los golpes y arañazos. Material muy utilizado en hogares modernos que requieren mecanismos de seguridad antirrobo especiales.

Manillas de latón: aleación de cobre y zinc, se utiliza a menudo para manijas de ventanas de estilo clásico o tradicional, como por ejemplo las de madera. Según la aleación aplicada por el fabricante, puede afectar al acabado y a la durabilidad de la manilla. Este material requiere un cuidado apropiado, por lo que se recomienda su uso en manillas situadas en el interior.

Manillas de bronce: se adaptan bien a diversos estilos, disponen de gran resistencia a la corrosión y propiedades antibacterianas.

A todos estos materiales se podrían añadir otros de menor uso, pero que ofrecen una personalización del diseño mucho más amplia. Por mencionar algún ejemplo, las manillas pueden ser de resina, vidrio, porcelana o hierro forjado, permitiendo crear estilos únicos y singulares.