Un cierrapuertas es un dispositivo mecánico diseñado para cerrar una puerta automáticamente tras su apertura. Desempeña un papel importante para garantizar el buen funcionamiento y la seguridad de las puertas en diversos entornos. Los cierrapuertas se utilizan de forma habitual en hospitales, edificios comerciales, espacios públicos como centros comerciales y viviendas.
La función principal de un cierrapuertas es cerrar la puerta a una velocidad controlada y garantizar que sea de una forma segura. Está formado por varios componentes: cilindro, resorte, fluido hidráulico y válvulas de control. Al abrir una puerta, el resorte se comprime, almacenando energía, y al liberar la puerta, esta energía se libera gradualmente, cerrándola a una velocidad controlada.
Los cierrapuertas suelen tener diferentes ajustes para adaptarse a los distintos pesos de las puertas. Al realizar estos ajustes, se puede regular la fuerza de cierre necesaria y la velocidad de cierre. Algunos cierrapuertas también disponen de funciones adicionales como acción retardada y freno de apertura.
En general, los cierrapuertas ofrecen comodidad, seguridad, ahorro de energía y protección, garantizando que las puertas cierren de forma correcta y que los mecanismos de cierre se activen eficazmente. Hay disponibles varios modelos y diseños (brazos estándar o guías deslizantes). Pueden ser de montaje en superficie, oculto, en travesaño o en el suelo, lo que permite instalaciones según las necesidades específicas de la puerta y la arquitectura.
Existen diferentes sistemas de cierre automático para puertas, cada uno con características específicas.